La rivalidad entre Portuguesa y Deportivo Lara traspasó lo deportivo para convertirse en una tragedia, en la que la violencia se quedó con el papel protagónico en el fútbol nacional, destronando al deporte rey de su majestad.
Una vez culminados los primeros 45 minutos del partido, correspondiente a la jornada 13 del Torneo Apertura 2014, comenzaron a registrase enfrentamientos entre aficionados locales y visitantes en el estadio José Antonio Páez. Las escaramuzas se iniciaron cuando algunos seguidores visitantes bajaron de las gradas a comprar refrigerios y entraron en contacto con seguidores del Portuguesa, arrojándose objetos contundentes entre ellos. La situación se trasladó al interior del escenario deportivo, lo que motivó la intervención de efectivos de la Policía del estado Portuguesa y de la Guardia Nacional, que lanzaron gases lacrimógenos y perdigones.
Los incidentes continuaron luego en la calle Teo Capriles, la cual se sitúa a pocos metros del estadio, en donde cayó un joven seguidor del Deportivo Lara, quien fue identificado como Roberto Antonio Vidoza Camacaro, de 22 años de edad.
Vidoza recibió una herida de bala en el tórax. Murió posteriormente en el Hospital J.M. Casal de Acarigua. Se pudo conocer que era estudiante de la Universidad Politécnica de Barquisimeto e integrante del Frente Oeste de la Barra "Huracán Rojinegro", que respalda al Lara.
Varios vehículos terminaron con vidrios rotos en la calle, entre otros daños materiales dentro y fuera del estadio.
Algunas versiones apuntan a que el disparo habría sido realizado por un efectivo policial en medio de la confusión.
El comandante de la policía estadal, José Arapé, confirmó que se registro una muerte y dos heridos por arma de fuego. El caso está a la orden del Ministerio Público para adelantar la investigación correspondiente y determinar responsabilidades.
Los antecedentes
En 1988, durante un partido entre Portuguesa y Caracas, jugado en el José Antonio Páez, se produjeron disturbios en la misma tribuna popular este y un joven fue abaleado por un policía. Es uno de los sucesos de violencia que han marcado al fútbol nacional.
Uno de los casos más graves en los últimos tiempos se produjo antes de un choque. El 26 de mayo de 2008, dos aficionados fallecieron cuando se produjo una estampida en las afueras del estadio Pueblo Nuevo de San Cristóbal, mientras hacían la cola para adquirir entradas para el partido de vuelta de la final por el título absoluto de la temporada 2007-2008 entre Deportivo Táchira y Caracas.
Los incidentes más serios que se han registrado en el Estadio General José Antonio Páez en los años recientes ocurrieron el 26 de noviembre de 2006, después de finalizar el partido entre Portuguesa y Caracas, cuando aficionados locales protagonizaron disturbios y destrozaron un autobús que prestaba transporte al equipo visitante. La visita debió refugiarse en los camerinos durante varias horas.
Al Portuguesa FC se le castigó con inhabilitación del estadio por cinco fechas y la obligación de pagar los daños al autobús, fijados en 46 millones de bolívares, que en ese entonces equivalían a 21.385 dólares.
Las consecuencias
El Consejo de Honor de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) debe iniciar un procedimiento disciplinario por lo sucedido este domingo, del cual probablemente emane una suspensión cautelar de la cancha del Portuguesa. La sanción puede contemplar la suspensión del estadio durante un número significativo de fechas.
La gravedad y la notoriedad comunicacional del caso pone todos los ojos sobre el Consejo de Honor, a la espera de su decisión en el caso.
Fuente: http://www.eluniversal.com/
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