domingo, 4 de enero de 2015

Un castigo para los buenso

Las palabras del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, abriéndole la puerta al regreso de los hinchas visitantes para el 2015 es melodía para los sufridos seguidores que desde hace años deben conformarse con ver a su equipo cuando juega de local o camuflados, con los riesgos que ello implica, cuando lo hacen en condición de visitantes.
Sostener la idea de pretender erradicar la violencia en el fútbol argentino prohibiéndole el ingreso a los visitantes es un disparate. Un absurdo que sólo se entiende desde lo ilógico que rodea al fútbol argentino.
Las estadísticas, en un país aferrado a los números para criticar o alabar un modelo, un proyecto, demuestran que la mayoría de los incidentes registrados en la última década en una cancha de fútbol son generados por barras enfrentadas de la misma hinchada.
La ausencia de hinchas visitantes en los estadios es un castigo para el hincha común, el que sólo quiere ver a su equipo. Para erradicar la violencia en el fútbol habría que encarcelar a los violentos y sus cómplices. A los que hacen de las barras un negocio millonario. A los que el fútbol no les interesa como deporte pero si como un medio para llenarse los bolsillos de dinero.







Fuente: http://mundod.lavoz.com.ar/blogs/el-sexto-aro/un-castigo-para-los-buenos

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