martes, 24 de marzo de 2015

Cada vez que muere un hincha en la cancha, por Zambayony

Cada vez que muere un hincha en la cancha la pelota pica un poco peor, los arcos se achican, las redes se abren, los papelitos caen mas lentos, los globos se desinflan, las serpentinas no se desenrollan, el humo te intoxica, las canciones no riman, los goles se gritan más bajo, los visitantes siguen en sus casas, los clubes son más pobres, las vitrinas se llenan de polvo, los trofeos se oxidan, los escudos no valen nada, la gloria es un recuerdo, la pasión una condena, las sedes sociales se vacían, los dirigentes compran los derechos de un nene de 4 años, las comisiones directivas aprueban ventas infames, las jóvenes promesas quedan libres, los tesoreros dibujan los balances, las elecciones se roban, la mayoría no va, los silbatos desafinan, los réferis defienden a los poderosos, los jueces de línea olvidan el offside, los intercomunicadores acoplan, las tarjetas amarillas son inútiles, las tarjetas rojas son más negras, el telebeam se tuerce, los penales se cobran fuera del área, los fixtures no se sortean, las apuestas se arreglan, el tribunal de faltas se corrompe, el colegio de árbitros apaña, los policías mezclan las balas de goma con las de plomo, la barrabrava pide aumento, la merca se corta, los parches de los bombos esconden, las bengalas estallan en las manos, los estruendos son tiros, los socios se atrasan en las cuotas, los plateistas llegan tarde, los insultos son más crueles, los piedrazos más certeros, el círculo central es un blanco, los jugadores habilidosos no levantan la cabeza, las medias se bajan, las vendas se aflojan, las canilleras se parten, las faltas son mas fuertes, los codazos mas arteros, las lesiones son más graves, los titulares quieren salir, los suplentes no quieren entrar, los amistosos terminan en guerras, las camisetas se estiran, los números son ilegibles, los arqueros se encandilan, los guantes no se adhieren, los alcanzapelotas hacen tiempo, las gambetas se enredan, las rabonas se tropiezan, las barreras se abren, los tacos son inútiles, los caños se galvanizan, las chilenas se desnucan, las arengas no motivan, los entrenamientos aburren, las concentraciones son un monasterio, las pretemporadas son sombrías, las charlas técnicas son monólogos, los partidos son iguales, el entretiempo nunca se acaba, los tiros libres son indirectos, las jugadas preparadas no funcionan, los cambios de frente se van a la tribuna, los entrenadores sacan un delantero y meten un defensor, los wines se cierran, los capitanes se resignan, los clásicos empatan, el torneo empeora, el campeón juega mal, la reserva no promete, los Mundiales son el pasado, la media inglesa ya no sirve, los micros se recalientan, las derrotas duelen más, la revancha no existe, los sueldos se atrasan, los premios se resignan, los contratos no se cumplen, el peor resultado es 2 a 0, el centro atrás es una idea, los córners van al ras del suelo, los saques de banda levantan los talones, los utileros lustran botines que no se van a usar, los perros y los locos que entran a los campos de juego salen solos, los cocacoleros le ponen más agua a la gaseosa, los choripanes indigestan, las anécdotas se reescriben, los apodos no tienen gracia, las botineras se casan con médicos, los cazatalentos pierden el olfato, los fanáticos se contradicen, los masajistas se contracturan, los representantes le pegan a sus hijos, los intermediarios queman la agenda, los preparadores físicos se desmayan, los camilleros se agarran la cabeza, los pronosticadores se ponen a estudiar, los revendedores se buscan un trabajo, las porristas no coordinan, los que salen jugando son abandonados por sus esposas, las radios se quedan sin pilas, los relatores confunden los nombres, los comentaristas mandan saludos, los televidentes sueñan codificado, el rating baja, los suplementos deportivos se caen del diario, los fotógrafos no hacen foco, el cielo se nubla sin aviso, los banderines del córner no marcan el viento, los relojes atrasan, el tiempo adicionado es agonía, los domingos son más tristes, los lunes son más lunes, la suerte es mala, las cábalas fallan, los dioses juegan a los dados, el descenso es al infierno, la alegría es brasilera, la verdad es negociable, las victorias se conmemoran, los carteles molestan, los bidones se brancan, la voz del estadio tartamudea, el césped se seca, las líneas de cal se borronean, el cemento de las tribunas se desfragua, los tablones se parten, los paravalanchas se doblan, los molinetes se traban, las torres de iluminación se apagan, las butacas se sueltan, los palcos se avergüenzan, los túneles son cuevas, las pensiones se llueven, las boleterías no tienen cambio, los vestuarios filtran humedad, todas las puertas son la puerta 12, las banderas se destiñen, las estadísticas se equivocan, la tabla se pone horizontal, los potreros se dejan edificar, los metegoles se endurecen, los pósters se despegan, la estrategia es aguantar y el pitazo final es para siempre.

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