Los episodios de violencia en el fútbol se hicieron tan frecuentes que ya no sorprenden. O casi. Porque lo que anoche debió ser un partido a beneficio de los damnificados por el temporal, entre Mitre y Güemes, terminó en una batalla campal con serios incidentes, heridos y escenas de pánico y descontrol.
Los inadaptados de siempre pudieron más que la gente que tenía ganas de ser solidaria con sus pares y, de paso, ver un partido de fútbol que nunca se llegó a disputar, porque los lamentables incidente se produjeron antes de comenzar el encuentro amistoso (hasta suena irónico decirlo, aunque los jugadores nada tuvieron que ver con lo que pasó afuera del campo de juego). Cuando los equipos ya estaban en el campo de juego comenzó lo peor.
Algunos hinchas de Mitre ingresaron a la cancha, se acercaron al sector donde estaba la parcialidad "gaucha" y lanzaron proyectiles. Luego vino la batahola. El grueso de la hinchada local fue por detrás de uno de los arcos a buscar a sus pares de Güemes y estos respondieron, por lo que se armó una batalla campal entre ambas parcialidades.
Los de Güemes, tuvieron que salir del estadio. La hecatombe se desató cuando hinchas de Mitre ingresaron a la tribuna visitante, donde también había mujeres y niños, generando una situación dramática en el estadio de Roca y Tres de Febrero. Golpes, corridas y enfrentamientos se repitieron en un escenario lamentable, por lo que tuvo que intervenir el personal policial. Hasta anoche , se registraron cinco personas con heridas punzocortantes y que debieron ser atendidas en el Hospital Regional.
Todos ellos son hinchas de Güemes y, afortunadamente, ninguno presentaba un cuadro de gravedad.
Fuente: http://www.elliberal.com.ar/
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