viernes, 7 de agosto de 2015

Incidentes en el Monumental

Cientos de hinchas de River intentaron ingresar al estadio sin entradas y chocaron con la policía. El operativo cuenta con 1.600 efectivos y 600 agentes de seguridad privada.






Colapsó el ingreso al Monumental. La expectativa era enorme y cientos de hinchas de River se quedaron sin entradas (o los estafaron con entradas falsas) para la final de la Copa Libertadores, sin embargo intentaron ingresar por la fuerza al estadio. Minutos antes del inicio del partido se produjo un fuerte enfrentamiento con la policía: volaron piedras y palos, y los efectivos respondieron con balas de goma.


River había salido al campo de juego y una multitud de hinchas permanecía en Libertador y Udaondo, el epicentro de los incidentes con la policía. El operativo policial contó con 1.600 efectivos de la Federal y unos 600 agentes de seguridad privada.


Desde temprano, los hinchas coparon las calles aledañas al Monumental. Todos vestidos de rojo y blanco, indefectiblemente. Y había rostros alegres, más allá de la ansiedad que provocaba el partido en ciernes. También, caras largas. Y algunas lágrimas. Es que muchos fieles millonarios acudieron a la reventa. Y cientos de ellos se quedaron en la puerta del estadio, literalmente, por comprar localidades falsas. También se vendió alcohol, más allá de que está prohibido por la legislación vigente.


Se le rompía el alma a Jorge, recién llegado de La Pampa. Lloraba desconsoladamente. Y en el medio del balbuceo, le contaba a Clarín: “Me estafaron. Compré la entrada a través de Mercado Libre y es falsa. No lo puedo creer. Quería vivir la fiesta desde adentro”.


Como este pampeano cercano a los cincuenta años, hubo muchos otros hinchas que cayeron en la trampa. Y no tuvieron manera de violar los controles porque River implementó un nuevo sistema para detectar entradas apócrifas. Los empleados de Utedyc, entonces, estuvieron munidos de celulares que, a través de un escaner, comprobaban la veracidad (o no) de las localidades que tenían sus portadores.


También hubo vendedores camuflados, mezclados entre los propios hinchas, que vendían cerveza. La lata se conseguía por 30 pesos y los que ofrecían la bebida las escondían en sus mochilas. Después, claro, estaban los vendedores usuales con merchandasing y camisetas. Algunos precavidos, en cambio, buscaron pilotines que podían adquirir por 30 pesos, ya que el pronóstico meteorológico informaba que, a la hora que terminaba el partido, iba a caer una tormenta sobre el Monumental.


En tanto, hubo un grupo de 60 mexicanos que fueron alojados en un corralito de la tribuna Centenario. “Como nos habilitaron una tribuna en Monterrey, nosotros hicimos lo propio con los hinchas de Tigres”, dijo Eduardo Barrionuevo, integrante del Consejo de Fútbol. En México, hubo 300 fanáticos millonarios, que asistieron con sus camisetas. Y la Policía local custodió con un cordón a los argentinos para que no hubiera problemas. Por eso River hizo una devolución de gentilezas.













Fuente: http://www.clarin.com/deportes/

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