domingo, 14 de diciembre de 2014

Tendencia al alza de la violencia ultra

Una espiral de violencia de marcada ascendencia en 2014 desembocó el domingo 30 de noviembre en una reyerta mortal en los aledaños del Vicente Calderón. La muerte de Francisco Romero Taboada, ultra del Deportivo, a manos de seguidores violentos del Atlético en la multitudinaria pelea en la zona de Madrid Río, ha sido calificada por fuentes policiales como “un hecho no aislado”. 

La violencia ultra ha crecido en los últimos años hasta consolidar un repunte preocupante. En 2014 se han producido un 62% más de detenciones de ultras que en 2013: 130 frente a 80 del año anterior; en 2012 fueron 127, de estas, 52 de ellas pertenecieron únicamente a los altercados que se produjeron en la celebración, en la madrileña Plaza de Neptuno, de la conquista de Liga Europa por parte del Atlético. Estos son los datos que el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, ofrecerá hoy al Congreso, junto a su homólogo de Deportes, Miguel Cardenal.


Frente Atlético, Bukaneros y Ultras Sur lideran el ránking policial en el último trienio En el año que está a punto de concluir, la policía ha constatado una tendencia al alza de los incidentes ocurridos con ocasión de eventos deportivos, principalmente partidos de fútbol. Solo ocho de los detenidos en 2014 eran seguidores de equipos de otros deportes: siete de baloncesto y uno de hockey. El fútbol es el mayor nicho de los violentos, pero no está instalado solo en la élite.

El reguero de la violencia ultra no se circunscribe al plano profesional. En Segunda División B e incluso en partidos de Regional se han producido graves disputas protagonizadas por los violentos que frecuentan los estadios, aunque la mayor parte se han producido fuera de ellos, antes, durante y después de los encuentros. 

El mapa de la violencia ultra en el deporte español se extiende por la mayoría de las comunidades autónomas. En Albacete, Toledo, Castellón, Cádiz, Zaragoza, Elche, Valladolid, Segovia, Leganés, Langreo, Alcorcón, Ponferrada... se han registrado altercados protagonizadas por peñas violentas. Grupos como Brigadas Blancas (Albacete) o Brigadas Amarillas (Cádiz), fuera del gran eco mediático de los ultras de los grandes equipos, han mantenido mucha actividad en el trienio que va de 2012 a 2104. 

Año a año, las detenciones en este periodo han sido encabezadas por el Frente Atlético (52, en 2012), Bukaneros (18, en 2013) y Ultras Sur (17, en 2014). En estos tres últimos años, hasta las dependencias policiales de toda España han llegado denuncias de enfrentamientos de diversa índole entre violentos, y también agresiones a ciudadanos de carácter xenófobo y racista. 

Los ejemplos son múltiples. El 5 de mayo de 2014, unos 100 Ultras Sur, peña del Real Madrid, agredieron e insultaron a una mujer de origen marroquí y a sus tres hijos menores de edad, con frases como “¡fuera de aquí, mora de mierda, quítate el velo!”, impidiéndoles que accedieran a un vagón de Metro en la estación de Mar de Cristal. A consecuencia de este hecho, la víctima tuvo que ser asistida en un centro sanitario por sufrir frecuentes cuadros de ansiedad. El 22 de agosto de 2013, en Madrid, a un ultra perteneciente a los Boixos Nois que se había desplazado a la final de la Supercopa entre el Real Madrid y el Barcelona se le incautaron dos navajas y una pegatina con la frase: “Inmigrantes, ni legales, ni ilegales. Todos fuera”. También llamó la atención una pegatina incautada en Zaragoza en marzo de 2013 a un miembro de Ligallo detenido. 

En el adhesivo aparecía el rostro de un funcionario de la Policía Nacional que el ultra fijaba en paredes con pintadas amenazantes. Las fuerzas del orden han sufrido con frecuencia agresiones de ultras de todas las ideologías. “Normalmente”, aseguran fuentes policiales, “las alianzas entre los diferentes grupos se establecen en función de la ideología, pero, a veces, puede más la rivalidad deportiva”. Ultras Sur y Frente Atlético serían un ejemplo claro de colectivos que comparten ideología y un odio recíproco. 

Esas mismas fuentes advierten que los escenarios de las reyertas están en su mayoría lejos de los estadios de fútbol. La reestructuración de los recintos, los controles a los asistentes y la prohibición de introducir material susceptible de ser utilizado como arma, así como de banderas y pancartas con simbología anticonstitucional, han tenido como consecuencia que los incidentes en el interior de los estadios sean prácticamente inexistentes y se hayan desplazado a los aledaños. 

La acción fuera del fútbol también está al corriente en la mayoría de los ultras. Bukaneros (Rayo Vallecano) son un ejemplo. En la huelga general de noviembre de 2012 dos de sus miembros fueron detenidos por un presunto delito de tenencia de explosivos.









Fuente: http://deportes.elpais.com

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